ESO DE PROHIBIRNOS LAS LÁGRIMAS

LEE ESTO MIENTRAS ESCUCHAS: Heart's on fire - Passenger

Escribiré todo esto sin signos de interrogación. Ya si quieres se los pones tú. O si no te los guardas, como tantas otras cosas...

Cuántas veces nos hemos dicho que no nos iban a volver a hacer daño.
En cuántas ocasiones he ido a comprar piedra y al llegar a casa la he pegado con pegamento del fuerte a cada centímetro de mi piel. Sí, de ese que no nos dejaban usar porque pegaba los dedos.
Cuántos puñetazos de humo a la pared, cuántas rabietas en el espejo, cuántas lagrimas contenidas a la fuerza...metidas en una bolsa enorme y pendiente de tirar a la basura.

Tú, que tantas veces has jurado que sería la última vez que te enamorases; yo, que tantas veces me he vuelto a desplomar teniendo que mantener el cuerpo erguido, volviendo a incumplir mis juramentos. Cuántas veces sonreí llena de felicidad, gritando bajito que lo había conseguido, que esto ya era diferente. Pues a eso tengo la respuesta, exactamente las mismas que luego he llorado en el suelo de mis decepciones, por haber sido tan tonta. O no haberlo visto a tiempo. O yo que sé.


Cuántas veces he declarado al cielo y todas sus estrellas que nadie tenía ya la fuerza para arrojarme a otra pesadilla, que nadie tenía las uñas tan largas para arañar mi corazón, cubierto de hierro (o eso es lo que yo creía).
Tantas veces me he desarmado, como un castillo mal construído, buscando mis ladrillos por el suelo para poder volver a ser...
Cuántas veces has llorado a mares y has sentido dentro océanos de culpa, cuántas hemos sido fuertes a tropezones, duros de mentira, metales de plástico.



Hemos cerrado mil veces la puerta de casa sin recoger, sin limpiar, sin tirar los trastos viejos que lentamente han ido trepando de nuestros cajones a la espalda. Y cuántas veces nos hemos puesto de espaldas al corazón, y él gritando que le sacásemos las rosas marchitas, las espinas incrustadas en sus paredes.  
     

No quiero contarlas, ni enumerarlas, ni adjudicarles nombre propio, ni siquiera recordarlas. No pretendo sacar los humos grises de mis memorias, no hace falta poner tiritas sobre cortes que ya no sangran. Lo valiente es acariciar las cicatrices, no decir que nunca más lloraré, qué va, NO:




Y lloremos, lloremos mucho. A gritos, rotos, desarmados, deshechos. Llora cuando se derramen los ojos, pero LLORA A TIEMPO. Con fuerza, echando a las lágrimas de tu casa. Quédate con el dolor de cabeza posterior y ese extraño hipo de después, NO PERMITAS QUE SE TE INCRUSTEN LOS LLANTOS. Porque a veces lo hacen, y duele mucho sacar esos diamantes de la piel, tú ya lo sabes.Descúbrete con el maquillaje destrozado. Y luego respira.



Cuántas veces nos han hecho daño,
cuántas veces nos hemos herido,
cuántas veces no nos han querido amar,
y cuántas no nos hemos querido.

Pues permítete llorar, reconócete que a veces estás cansado. Porque sabes que otras, otras te llena la fuerza. Y tienes suerte, puedes sacarlo fuera como un tubo de serpentina. Recuerda; que los únicos seres humanos que no lloran, todos, están muertos.





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